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Esta es mi historia

Todo comenzó el 28 de marzo del año 2007, con la llegada prematura de mi primer hijo.

Nació en la semana 34 de gestación, debido a un desprendimiento de placenta prematuro.
Fue una cesárea de urgencia. Llegué a la clínica prácticamente inconsciente y el panorama para la familia y amigos no era alentador. “Están en manos de Dios” fue lo que les dijeron.
Sin siquiera sospecharlo, fue desde ese preciso momento, que mi vida dio un giro radical. Yo estaba llena de miedo y dudas por creer que no estaba a la altura para ser una “buena madre”.
Pero lo cierto es que ese día también fue mi renacer, la muerte de mi personaje y el nacimiento de mi verdadera esencia. Comenzaría a transitar mi sendero hacia el recordar mi poder, mi verdad y recuperar toda la sabiduría encriptada en un lenguaje mágico que poco a poco me devolvió la paz y la seguridad para transitar este viaje por la tierra.

Todo lo vivido después de ese día, con la llegada de mis otros 3 hijos aquí presentes, y la dolorosa experiencia de tener que despedir a otras dos pequeñas almas, que decidieron acompañarme desde otro lugar siendo faros de luz; me llevó a despertar a mi madre interior, a mi frecuencia maternal, amorosa y compasiva que vibro desde mi origen en las estrellas.

Cada paso, cada decisión, cada desafío me llevó a la comprensión del propósito que cada uno de nosotros tiene aquí en este hermoso planeta. Todos somos igual de importantes, somos creación de la misma fuente divina de luz y amor.
Es nuestra tarea recordarlo y expandirlo aquí y ahora.

Nuestras niñas y niños internos han sido muy valientes y fuertes al lograr sobrevivir nuestras infancias hostiles y crueles.

Hoy ya somos adultos, somos los únicos responsables de cuidar a nuestros niños internos heridos, abrazarlos y colmarlos de todo el amor que ellos esperaban recibir cuando llegaron a este mundo. No desde el rencor, sino desde la comprensión que cada alma tiene un plan, y que los procesos son diferentes, a pesar de que el objetivo sea el mismo para todos: “Volver al hogar”
Solo será posible sanar esa esfera de nuestra historia, si volvemos a conectar con nuestra energía femenina, con el amor tierno, respetuoso y amoroso. Desde esa renovada conciencia podremos expandirnos y generar espacios de plenitud y serenidad en nuestro presente. Un cambio de mirada marcará la diferencia.
Es posible vivir en paz y disfrute, solo tienes que desearlo con todo tu corazón. La fuerza del amor transformará tu vida. Yo estoy dispuesta a compartir contigo la magia del milagro de la Fe; la clave será que vuelvas a creer en ti.
Bienvenido tu amor al mundo.



Romi.

CONTACTO:

madrerosaespacio@gmail.com